domingo, 26 de julio de 2009

Boletín nº 1 -LA VIDA ES VOCACIÓN-

"Rogad al dueño de la mies..."

La palabra "vocación" nos descubre la verdad de nuestra existencia.


La palabra "vocación" define la relación de Dios con la persona en la libertad del amor. Dios la hizo "a su imagen y semejanza", le puso en sus manos el universo y la llama a vivir una relación de amor. "La razón más profunda de la dignidad humana, está en la vocación de la persona a la comunión de Dios. Ya desde su nacimiento es invitado el ser humano al diálogo con Dios: pues, si existe, es porque, habiéndole creado Dios por amor, por amor le conserva siempre, y no vivirá plenamente conforme a la verdad, si no reconoce libremente este amor y si no se entrega a su Creador" (GS nº 19). Se podría decir que el amor es el DNA de los hijos de Dios; es la "vocación santa" con la que hemos sido llamados según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús (cf. 2 Tm 1.9.10)


La vocación fundamental de la persona es la vocación a la vida.

Dios llama a al vida. El amor infinito de Dios determina la existencia. Dios nos ama con un amor personal y único; nos llama por el nombre, y nos confía una misión (cf. Is 45,4). “Yo he sido creado para hacer o para ser alguna cosa, para la cual ningún otro ser ha sido jamás creado. Poco importa que yo sea rico o pobre, despreciado o estimado por los hombres. Dios me conoce y me llama por mi nombre. En alguna forma soy tan necesario en mi puesto como un arcángel en el suyo” (J.Newman)


ORACIÓN DESDE LA PALABRA DE DIOS
-Texto Bíblico: Dt. 30, 15-20.

Mira, hoy pongo delante de ti vida y felicidad, muerte y desgracia. Si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios que yo te prescribo hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo sus caminos y observando sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, vivirás y serás fecundo, y el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomar posesión de ella. Pero si tu corazón se desvía, si no escuchas, ni te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y les das culto, yo os declaro hoy que pereceréis sin remedio; no viviréis mucho tiempo en la tierra a la que vas a entrar para tomar posesión de ella después de pasar el Jordán. Pongo hoy por testigos contra vosotros al cielo y a la tierra: ante ti están la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, y uniéndote a Él, pues Él es tu vida y el que garantiza tu permanencia en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados, a Abraham, Isaac y Jacob”.


Comentario
A la vista de la tierra prometida Moisés invita al Pueblo de Israel a permanecer fiel al amor a Dios. Ese camino le ayudará a poseer la tierra, a vivir, a multiplicarse, y a recibir la bendición de Dios. La historia de los dos caminos es la historia de toda persona: bien y mal, maldición y bendición, fidelidad e idolatría, vida y muerte, senda ancha y estrecha. En la elección nos jugamos el futuro y la vida. El Señor nos invita hoy a vivir en la fidelidad a la Alianza sellada en el bautismo, proponiéndonos a la vez como hacerlo: amando al Señor, pegándonos a Él, escuchando su voz, siguiendo sus caminos, viviendo desde el amor y el servicio a nuestros hermanos. Dios nos ama gratuitamente y solicita de nosotros la acogida de este don. El Padre Dios nos invita a vivir en el camino de amor que nos enseñó su Hijo. La vida cristiana no es una fidelidad a determinados mandatos venidos de Dios, sino un estilo de vida que nos pone tras las huellas de Jesucristo. Vivamos nuestro amor fiel a Dios, revestidos de Cristo, manifestándolo en el amor concreto y gratuito a los demás, de tal forma que pueda Él reconocernos como a sus hijos amados, en quienes se complace.


Pasos para la lectio divina
1. Lectura y comprensión del texto: Nos lleva a preguntarnos sobre el conocimiento auténtico de su contenido ¿Qué dice el texto bíblico en sí? ¿Qué dice la Palabra?
2. Meditación: Sentido del texto hoy para mí ¿Qué me dice, qué nos dice hoy el Señor a través de este texto bíblico?">Dejo que el texto ilumine mi vida, la vida de la comunidad o de mi familia, la vida de la Iglesia en este momento.
3. Oración: Orar el texto supone otra pregunta: ¿Qué le digo yo al Señor como respuesta a su Palabra? El corazón se abre a la alabanza de Dios, a la gratitud, implora y pide su ayuda, se abre a la conversión y al perdón, etc.
4. Contemplación, compromiso: El corazón se centra en Dios. Con su misma mirada contemplo y juzgo mi propia vida y la realidad y me pregunto: ¿Quién eres, Señor? ¿Qué quieres que haga?


"ORACIÓN POR LAS VOCACIONES "AMOR DE DIOS"

Padre bueno, Jesús nos dijo:
”La mies es mucha y los obrero pocos,
rogad al Dueño de la mies
para que envíe obreros a sus campos”.
Y además afirmó: “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo concederá”.
Confiados en esta palabra de Jesús y en tu bondad,
te pedimos vocaciones para la Iglesia y para la Familia “Amor de Dios”, que se entreguen a la construcción del Reino desde la civilización del amor.
Santa María, Virgen Inmaculada, protege con tu maternal intercesión a las familias y a las comunidades cristianas para que animen la vida de los niños y ayuden a los jóvenes a responder con generosidad a la llamada de Jesús, para manifestar el amor gratuito de Dios a los hombres.

Amén.