Otro elemento del Adviento es la espera, una espera que es al mismo tiempo esperanza. La esperanza marca el camino de la humanidad, pero para los cristianos está animada por una certeza: el Señor está presente a lo largo de nuestra vida, nos acompaña y un día enjugará también nuestras lágrimas. Un día, no lejano, todo encontrará su cumplimiento en el reino de Dios, reino de justicia y de paz.
El Adviento es una ocasión para despertar de nuevo el sentido de la espera, volviendo al corazón de nuestra fe, que es el misterio de Cristo, el Mesías esperado y que nació en la pobreza de Belén. Al venir entre nosotros, nos trajo y sigue ofreciéndonos el don de su amor y de su salvación.
LA PALABRA DE DIOS
- Texto Bíblico: I Tes 5,16-24.
"Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. En toda ocasión tened la Acción de Gracias: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno.
Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo.
El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas".
- Pasos para la lectio divina
1. Lectura y comprensión del texto: Nos lleva a preguntarnos sobre el conocimiento auténtico de su contenido ¿Qué dice el texto bíblico en sí? ¿Qué dice
2. Meditación: Sentido del texto hoy para mí ¿Qué me dice, qué nos dice hoy el Señor a través de este texto bíblico? Dejo que el texto ilumine mi vida, la vida de la comunidad o de mi familia, la vida de
3. Oración: Orar el texto supone otra pregunta: ¿Qué le digo yo al Señor como respuesta a su Palabra? El corazón se abre a la alabanza de Dios, a la gratitud, implora y pide su ayuda, se abre a la conversión y al perdón, etc.
4. Contemplación, compromiso: El corazón se centra en Dios. Con su misma mirada contemplo y juzgo mi propia vida y la realidad y me pregunto: ¿Quién eres, Señor? ¿Qué quieres que haga?
COMENTARIO
Pablo invita a los cristianos a situar su compromiso en la perspectiva de
§ "¡Alegraos constantemente!", incluso en las horas bajas, pues esos momentos no afectan al fundamento de nuestra alegría: la certeza de la salvación en Cristo.
§ "Orad sin cesar", no con palabras, sino con la conciencia de la unión con Dios, pues aquí está la verdadera oración.
§ "¡Dad gracias por todo!", incluso en las pruebas y sufrimientos. Aquí es donde aparece la fe fuerte. Todo es para nuestro bien.
“El Dios de la paz os santifique totalmente” Pablo sabe que los tesalonicenses no han llegado aún a la plenitud y que Dios debe completar la obra que ha comenzado en cada uno de ellos. La santificación es obra de Dios. Ante todo, Dios debe custodiar los dones del Espíritu Santo, la nueva vida que nos ha dado.
El hombre, que es débil, no puede mantenerse irreprochable hasta la venida del Señor y encontrarse con Él, si Dios mismo no fortalece su corazón. Pablo desea aquí: el don de la perseverancia final.
“Fiel es el que os llama y lo hará”.
Dios es fiel. Así aparece en el A. Testamento: "Yahvé tu Dios es el Dios fiel que guarda su alianza y amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos" (Dt 7, 9). Esa fidelidad de Dios ha sido testimoniada en
ORACIÓN POR LAS VOCACIONES “AMOR DE DIOS” Padre bueno, Jesús nos dijo:”La mies es mucha y los obreros pocos, rogad al Dueño de la mies para que envíe obreros a sus campos”. Y además afirmó: “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo concederá”.
Confiados en esta palabra de Jesús y en tu bondad,
Te pedimos vocaciones para
Santa María, Virgen Inmaculada, protege con tu maternal intercesión a las familias y a las comunidades cristianas para que animen la vida de los niños y ayuden a los jóvenes a responder con generosidad a la llamada de Jesús, para manifestar el amor gratuito de Dios a los hombres. Amén.
Considerad el grandísimo amor de Dios hacia nosotros, pues entre los muchos medios menos costosos para Él, que pudo haber elegido para salvar al hombre, escogió el que más le humillaba, si bien era el más a propósito para ensalzar al hombre, pues nada podía honrar tanto a nuestra raza como contar entre sus individuos al Hijo de Dios». (J. Usera)