jueves, 5 de noviembre de 2009

Boletín nº 4 - Llamados a la santidad

"Rogad al Dueño de la mies…”

LLAMADOS A LA SANTIDAD

«Descubrir a "la Iglesia" como «misterio», es decir, como pueblo, congregado en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, llevaba a descubrir también su «santidad», entendida en su sentido fundamental de pertenecer a Aquél que por excelencia es el Santo, el «tres veces Santo» (cf. Is 6,3). Confesar a la Iglesia como santa significa mostrar su rostro de Esposa de Cristo, por la cual Él se entregó, precisamente para santificarla. Este don de santidad, por así decir, objetiva, se da a cada bautizado.
Pero el don se plasma a su vez en un compromiso que ha de dirigir toda la vida cristiana. Es un compromiso que no afecta sólo a algunos cristianos: «Todos los cristianos, de cualquier clase o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección del amor».

Si el Bautismo es una verdadera entrada en la santidad de Dios por medio de la inserción en Cristo y la inhabitación de su Espíritu, sería un contrasentido contentarse con una vida mediocre, vivida según una ética minimalista y una religiosidad superficial. Preguntar a un catecúmeno, «¿quieres recibir el Bautismo?», significa al mismo tiempo preguntarle, « ¿quieres ser santo?» Significa ponerle en el camino del Sermón de la Montaña: «Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» (Mt 5,48). Los caminos de la santidad son múltiples y adecuados a la vocación de cada uno. Es el momento de proponer de nuevo a todos con convicción este «alto grado» de la vida cristiana ordinaria» (Cfr. N.M.I., nn.30 y 31)


Texto Bíblico: I Pedro 1, 13-23«Manteneos vigilantes; sed sobrios y poned toda vuestra esperanza en la gracia que os traerá la manifestación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no os amoldéis a las pasiones de antaño, cuando vivíais en la ignorancia. Por el contrario, sed santos en todo vuestro proceder como es santo el que os ha llamado, pues está escrito: Sed santos, porque yo soy santo.
Y si llamáis Padre al que juzga sin favoritismos y según la conciencia de cada uno, comportaos con temor durante el tiempo de la peregrinación. Sabed que habéis sido liberados de la conducta idolátrica con la sangre preciosa de Cristo, cordero sin mancha ni tacha. Cristo se ha manifestado al fin de los tiempos para vuestro bien, para que por medio de él creéis en el Dios que lo resucitó de entre los muertos y lo colmó de gloria. De esta forma, vuestra fe y vuestra esperanza descansan en Dios.
Puesto que obedientes a la verdad habéis suprimido cuanto impide un sincero amor fraterno, amaos de corazón e intensamente unos a otros, pues habéis vuelto a nacer, no de una semilla mortal, sino de una inmortal: a través de la Palabra viva y eterna de Dios».


C O M E N T A R I O:
El texto pertenece a una catequesis bautismal, con claras alusiones a la pascua judía. Es una meditación para reavivar la gracia del bautismo.
-Pedro exhorta a la vigilancia, utilizando una imagen de Jesús: “tened bien ceñida la cintura y las lámparas encendidas”. Habla de la esperanza perfecta: el mundo no va a la nada o a la perdición, sino hacia la "revelación de Jesucristo".
-Propone a los recién bautizados un alto ideal: Imitar a Dios. Pedro se hace eco de las palabras de Jesús: “sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”.
-El término "temor" se podría traducir por «conducíos en el respeto amoroso de Dios»: es el sentimiento de los hijos cuando se sienten profundamente amados.
-La santidad, la obediencia a la verdad, el amor fraterno... Este es el contenido de la «vida nueva» en la que el bautismo nos compromete: lo que Dios espera de nosotros es la perfección del amor. Haciendo esto, «obedecemos a la verdad». Ser bautizado es dejar que la Palabra quede «sembrada» en nosotros. ¡Esto es un privilegio y una responsabilidad!


PASOS PARA LA LECTIO DIVINA:

1. Lectura y comprensión del texto: Nos lleva a preguntarnos sobre el conocimiento auténtico de su contenido ¿Qué dice el texto bíblico en sí? ¿Qué dice la Palabra?

2. Meditación: Sentido del texto hoy para mí ¿Qué me dice, qué nos dice hoy el Señor a través de este texto bíblico? Dejo que el texto ilumine mi vida, la vida de la comunidad o de mi familia, la vida de la Iglesia en este momento.

3. Oración: Orar el texto supone otra pregunta: ¿Qué le digo yo al Señor como respuesta a su Palabra? El corazón se abre a la alabanza de Dios, a la gratitud, implora y pide su ayuda, se abre a la conversión y al perdón, etc.

4. Contemplación, compromiso: El corazón se centra en Dios. Con su misma mirada contemplo y juzgo mi propia vida y la realidad y me pregunto: ¿Quién eres, Señor? ¿Qué quieres que haga?


Oración por las vocaciones "Amor de Dios"

Padre bueno, Jesús nos dijo:

”La mies es mucha y los obreros pocos,

Rogad al Dueño de la miespara que envíe obreros a sus campos”.

Y además afirmó: “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo concederá”.
Confiados en esta palabra de Jesús y en tu bondad, Te pedimos vocaciones para la Iglesia y para la Familia “Amor de Dios”, que se entreguen a la construcción del Reino desde la civilización del amor.
Santa María, Virgen Inmaculada, protege con tu maternal intercesión a las familias y a las comunidades cristianas para que animen la vida de los niños y ayuden a los jóvenes a responder con generosidad a la llamada de Jesús, para manifestar el amor gratuito de Dios a los hombres. Amén.

Noticias vocacionales “Amor de Dios”:

El día 4 de octubre de 2009 emitirá su profesión perpetua en Luanda (Angola) la Hna. Maria Helena Carlos da Silva, angolana.

• El día 8 de diciembre de 2009 emitirá su profesión perpetua en Chile, la Hna. Cecilia Fabiola Díaz Campos, chilena.

• El día 12 de diciembre de 2009 emitirá su profesión perpetua en Cochabamba, (Bolivia), la Hna. Ericka Arratia Censo, boliviana."


"El Amor de Dios hace sabios y santos" (J. Usera)