jueves, 31 de diciembre de 2009

Boletín nº 6 - Llamados a cuidar la creación


ROGAD AL DUEÑO DE LA MIES

Llamados a cuidar la creación


Si quieres promover la paz, protege la creación.

«El respeto a lo que ha sido creado tiene gran importancia, puesto que la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios» y su salvaguardia se ha hecho hoy esencial para la convivencia pacífica de la humanidad. Es indispensable que la

humanidad renueve y refuerce «esa alianza entre ser humano y medio ambiente que ha de ser reflejo del

amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos».

La humanidad necesita una profunda renovación cultural; necesita redescubrir esos valores que constituyen el fundamento sólido sobre el cual construir un futuro mejor

para todos. Las situaciones de crisis por las que está actualmente atravesando —ya sean de carácter económico, alimentario, ambiental o social— son también, en el fondo, crisis morales relacionadas entre sí. Éstas obligan a replantear el camino común de los hombres.

Resulta indispensable un cambio de mentalidad efectivo, que lleve a todos a adoptar nuevos estilos de vida, «a tenor de los cuales, la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un desarrollo común, sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones». Se h

a de educar cada vez más para construir la paz a partir de opciones de gran calado en el ámbito personal, familiar, comunitario y político.

La búsqueda de la paz por parte de todos los hombres de buena voluntad se verá facilitada sin duda por el reconocimiento común de la relación inseparable que existe entre Dios, los seres humanos y toda la creación. (Benedicto XVI, Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de la Paz, 2010)


ORACIÓN DESDE LA PALABRA DE DIOS

- Texto Bíblico: Lc. 2, 6-20

- «Mientras estaban en Belén, le llegó a Maria el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.

- Había en aquello campos unos pastores que pasaban la noche al raso velando sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la gloria del Señor los envolvió en su luz. Entonces les entró un gran miedo, pero el ángel les dijo:- «No temáis, pues os anuncio una gran alegría que lo será también para todo el pueblo: Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»

- Y de repente se juntó al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que gozan de su amor.»

- Cuando los ángeles se marcharon al cielo, los pastores se decían unos a otros: «-Vamos a Belén a ver eso que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado.» Fueron de prisa y encontraron a María, a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que el ángel les había dicho. Y cuantos escuchaban lo que decían los pastores, se quedaban admirados. María, por su parte, guardaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios porque todo lo que habían visto y oído correspondía a cuanto les habían dicho».


- Comentario

El ángel anuncia: “Hoy os ha nacido un Salvador”. En Jesús se hace visible el amor de Dios. Jesús garantiza a los hombres la complacencia y el amor de Dios. Por Jesús todos pueden alcanzar la salvación de Dios.

Los ángeles cantan: ”Gloria a Dios y en la tierra paz a los hombres, objeto de su amor”. Por el recién nacido los hombres reciben paz porque Dios les ha mostrado su favor, su amor. El anuncio del ángel exaltó al niño recién nacido como Mesías y Salvador, el canto de los ángeles lo celebra como Príncipe de la paz.

La paz encierra en sí todos los bienes salvíficos. La paz es restauración de todo lo que los hombres habían perdido por el pecado; la paz es fruto de la alianza que había concluido Dios con Israel y que es renovada por Jesucristo. La fe es reconciliación, gozo consumado; la predicación de Jesús es «Evangelio de la paz». Jesucristo mismo es la paz.


La paz de Jesús es universal: alcanza a todos los hombres y a toda la creación: Habitará el lobo junto al cordero, la pantera se tumbará con el cabrito… y un niño pequeño cuidará de ellos… el niño de pecho jugará junto al escondrijo de la serpiente. Nadie hará daño, porque la tierra estará llena de conocimiento del Señor”. (Is 11, 6-9)


- Pasos para la lectio divina

1. Lectura y comprensión del texto: Nos lleva a preguntarnos sobre el conocimiento auténtico de su contenido ¿Qué dice el texto bíblico en sí? ¿Qué dice la Palabra?

2. Meditación: Sentido del texto hoy para mí ¿Qué me dice, qué nos dice hoy el Señor a través de este texto bíblico? Dejo que el texto ilumine mi vida, la vida de la comunidad o de mi familia, la vida de la Iglesia en este momento.

3. Oración: Orar el texto supone otra pregunta: ¿Qué le digo yo al Señor como respuesta a su Palabra? El corazón se abre a la alabanza de Dios, a la gratitud, implora y pide su ayuda, se abre a la conversión y al perdón.

4. Contemplación, compromiso: El corazón se centra en Dios. Con su misma mirada contemplo y juzgo mi propia vida y la realidad y me pregunto: ¿Quién eres, Señor? ¿Qué quieres que haga?



Noticias vocacionales “Amor de Dios”

El día 25 de enero de 2010 comienzan el noviciado en la Viceprovincia de África (Lubango- Angola) las jóvenes: Idalina José Tembe, Rabía Armando Mareha, Ilda Carlos João de Brito, Marlina Paulino, Jonita Fonseca, Matilde Elias y Bertina de Isabel Lobo


ORACIÓN POR LAS VOCACIONES “AMOR DE DIOS”

Padre bueno, Jesús nos dijo:”La mies es mucha y los obreros pocos,

rogad al Dueño de la mies para que envíe obreros a sus campos”.

Y además afirmó: “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo concederá”.

Confiados en esta palabra de Jesús y en tu bondad, te pedimos vocaciones para la Iglesia y para la Familia “Amor de Dios”, que se entreguen a la construcción del Reino desde la civilización del amor.

Santa María, Virgen Inmaculada, protege con tu maternal intercesión a las familias y a las comunidades cristianas para que animen la vida de los niños y ayuden a los jóvenes a responder con generosidad a la llamada de Jesús, para manifestar el amor gratuito de Dios a los hombres. Amén.


«Recostado en un pesebre nació el Redentor del mundo… A Dios no le desagrada la morada pobre y humilde con tal que esté vacía: Dios va a morar con más gusto al corazón de un pobre si está desembarazado que al de un grande y poderoso si se encuentra lleno de ambición» (J. Usera)