sábado, 1 de mayo de 2010

BOLETÍN Nº 10 - Mayo 2010 - AL RITMO DEL ESPÍRITU

"ROGAD AL DUEÑO DE LA MIES"


Al ritmo del Espíritu

El tiempo pascual es el tiempo de la irrupción del Espíritu en la Iglesia y en el mundo. Durante este tiempo hemos celebrado y vivido la resurrección del Señor. Pero quien hace posible esta experiencia de Pascua es el Espíritu Santo. Él fue quien resucitó a Jesucristo y quien nos resucita a nosotros. El Espíritu Santo ilumina nuestra oscuridad, fortalece nuestra debilidad, nos llena de alegría y nos enciende en su amor.

Él es resurrección continuada, aliento de vida, viento que reúne, agua que salta hasta la vida eterna, vino bueno que no se acaba, llama viva que no se apaga, óleo que cura nuestras heridas, perfume que enamora, vida divina comunicada a los mortales.

Los dones del Espíritu Santo son: Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Pertenecen en plenitud a Cristo y hacen los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.”Tu Espíritu me guíe por una tierra llana”. “Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios... Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo. (cfr. Catecismo de la Iglesia católica, 1830 y 1831)

La Familia “Amor de Dios” está constituida bajo la protección especial del Espíritu Santo, Él, Amor de Dios derramado en nuestros corazones, nos vivifica y alienta, nos anima y cura, nos urge y fortalece, nos ilumina, unge y envía. Durante este tiempo lo invocamos, lo escuchamos y acogemos con total docilidad.

ORACIÓN DESDE LA PALABRA DE DIOS

Texto Bíblico: Jn 16,12-15

«Jesús siguió hablando a sus discípulos: Muchas cosas me quedan por deciros; pero no podéis cargar con ellas por ahora. Cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena, pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.

Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará».

- Pasos para la lectio divina

1. Lectura y comprensión del texto: Nos lleva a preguntarnos sobre el conocimiento auténtico de su contenido ¿Qué dice el texto bíblico en sí? ¿Qué dice la Palabra?

2. Meditación: Sentido del texto hoy para mí ¿Qué me dice, qué nos dice hoy el Señor a través de este texto bíblico? Dejo que el texto ilumine mi vida, la vida de la comunidad o de mi familia, la vida de la Iglesia en este momento.

3. Oración: Orar el texto supone otra pregunta: ¿Qué le digo yo al Señor como respuesta a su Palabra? El corazón se abre a la alabanza de Dios, a la gratitud, implora y pide su ayuda, se abre a la conversión y al perdón, etc.

4. Contemplación, compromiso: El corazón se centra en Dios. Con su misma mirada contemplo y juzgo mi propia vida y la realidad y me pregunto: ¿Quién eres, Señor? ¿Qué quieres que haga?

- Comentario

«Tendría que deciros muchas cosas»

Este versículo pone de manifiesto el carácter inconcluso de la revelación de Jesús durante el período de su vida terrestre: hay muchas cosas con las que los discípulos no podían cargar. Lo decisivo es la presencia del Espíritu en la comunidad: El Espíritu dará a la comunidad la posibilidad de entender su situación concreta y existencial a la luz de las palabras de Jesús.

«El os guiará hasta la verdad plena»

La verdad de la que aquí se habla es la revelación que ha traído Jesús: esta verdad consiste en que Dios es amor y ha amado el mundo hasta el extremo de sacrificar a su propio Hijo. Esto jamás habrían podido comprenderlo los discípulos, ni nosotros, si el Espíritu de Dios no nos hubiera sido dado para introducirnos en los sentimientos íntimos y en la obra salvífica del propio Dios. El Espíritu Santo es el Amor que procede del amor infinito entre el Padre y el Hijo, y que «ha sido derramado en nuestros corazones».

"Espíritu de la verdad"

El Espíritu Santo, además de ser nuestro defensor y abogado, es también nuestro maestro. Jesús pone de relieve esta función del Espíritu Santo: guiará a los discípulos hasta la Verdad plena, completando sus enseñanzas y dándoles a conocer las realidades futuras. Comenta San Agustín: «El Espíritu Santo, que el Señor prometió enviar a sus discípulos para que les enseñase toda la Verdad, enseña ahora a los fieles todas las cosas espirituales de que cada uno es capaz. Mas también enciende en sus pechos un deseo más vivo de crecer en aquella caridad que les hace amar lo conocido y desear lo que no conocen, pensando que aun las cosas que conocen en esta vida no las conocen como se han de conocer en la otra vida, que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el corazón pudo imaginar» (Tratado 97,1 sobre el Evangelio de San Juan).

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES “AMOR DE DIOS”

Padre bueno, Jesús nos dijo:”La mies es mucha y los obreros pocos, rogad al Dueño de la mies para que envíe obreros a sus campos”.

Y además afirmó: “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo concederá”.

Confiados en esta palabra de Jesús y en tu bondad,

Te pedimos vocaciones para la Iglesia y para la Familia “Amor de Dios”, que se entreguen a la construcción del Reino desde la civilización del amor.

Santa María, Virgen Inmaculada, protege con tu maternal intercesión a las familias y a las comunidades cristianas para que animen la vida de los niños y ayuden a los jóvenes a responder con generosidad a la llamada de Jesús, para manifestar el amor gratuito de Dios a los hombres. Amén.

Noticias vocacionales “Amor de Dios”

El día 24 de abril de 2010 emitieron su profesión religiosa en el noviciado de la Viceprovincia de África, en Angola, las Hnas. Dulce Joaquím Guilherme, Isa Natércia Julião Sefane y Teresa de Lourdes Binga.

«Con María está el Espíritu Santo, Señor, igualmente que el Padre y el Hijo, por cuya virtud la Virgen es Madre». (J. Usera)

HERMANAS DEL AMOR DE DIOS - Casa General

C/ Asura 90 – 28043 MADRID (España)

Tel. 34 913001746 / 34 917160393

amordedios@amordedios.net; www.amordedios.net