”Rogad al Dueño de la mies…”
Fidelidad vocacional
"Todo lo puedo en Aquel que me conforta". De Dios, que es apoyo de los justos, el sacerdote Jerónimo Usera sacó la caridad y la fuerza para entregarse plenamente al servicio del Evangelio, y con el mismo ánimo afrontó los trabajos, incomodidades y privaciones en la edificación del reino de Cristo. Su fe iluminó siempre su vida interior y la sostuvo, y lo mismo el apostolado, la esperanza y la caridad para con Dios y el prójimo. Cultivó e impulsó la íntima unión con Dios a través de la celebración de la Misa, la predicación, la devoción a la Eucaristía y a la Virgen María, la fidelidad a su vocación, y la obediencia a sus Superiores. Las mismas obras de Apostolado fueron para él una excelente vía para avanzar en el camino de la santidad. Brilló en él la confianza en la providencia, especialmente en las dificultades y las situaciones adversas que toleró pacientemente, dominó su carácter impetuoso y fuerte, y fue hombre sabio y prudente en sus palabras, en sus propuestas y consejos, en las obras y en las razones para avanzar en la imitación de Cristo y en la obediencia a la voluntad de Dios. Caminó hasta el fin con Dios, que le llevó a las mansiones eternas el día 17 de mayo de 1891.
El Santo Padre Juan Pablo II, el 28 de junio de 1999, declaró solemnemente que el Siervo de Dios J. Usera, sacerdote y Fundador de las Hermanas del Amor de Dios, vivió en grado heroico todas las virtudes. (Cfr. Decreto sobre las virtudes heroicas del Venerable Siervo de Dios Jerónimo Mariano Usera y Alarcón).
ORACIÓN DESDE LA PALABRA DE DIOS
Texto Bíblico: Rom 1, 1-7 - Pasos para la lectio divina
1. Lectura y comprensión del texto: Nos lleva a preguntarnos sobre el conocimiento auténtico de su contenido ¿Qué dice el texto bíblico en sí? ¿Qué dice la Palabra?
2. Meditación: Sentido del texto hoy para mí ¿Qué me dice, qué nos dice hoy el Señor a través de este texto bíblico? Dejo que el texto ilumine mi vida, la vida de la comunidad o de mi familia, la vida de la Iglesia en este momento.
3. Oración: Orar el texto supone otra pregunta: ¿Qué le digo yo al Señor como respuesta a su Palabra? El corazón se abre a la alabanza de Dios, a la gratitud, implora y pide su ayuda, se abre a la conversión y al perdón, etc.
4. Contemplación, compromiso: El corazón se centra en Dios. Con su misma mirada contemplo y juzgo mi propia vida y la realidad y me pregunto: ¿Quién eres, Señor? ¿Qué quieres que haga?
«Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios, que había ya prometido por medio de sus profetas en las Escrituras Sagradas, acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne, constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro, por quien recibimos la gracia y el apostolado, para predicar la obediencia de la fe a gloria de su nombre entre todos los gentiles, entre los cuales os contáis también vosotros, llamados de Jesucristo, a todos los amados de Dios que estáis en Roma, santos por vocación, a vosotros gracia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.».
- Comentario
El texto nos sitúa en lo esencial del evangelio y nos presenta nuestro lugar preciso en el plan de Dios: somos siervos de Jesús, llamados a ser sus apóstoles y testigos; llamados a evangelizar, a anunciar la Buena Noticia de Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador, el que ha sido constituido Señor (Kyrios) por su resurrección por el Espíritu de Dios.
Tres palabras definen nuestra vocación cristiana: Siervo, Apóstol, Escogido.
Siervo. Pablo se siente ‘felizmente siervo’, ante la grandeza, la generosidad, la llamada y la donación que Dios le hace. Desde esta experiencia toma conciencia de su responsabilidad en el cumplimiento de la tarea encomendada. Somos poca cosa ante Dios, pero en nosotros permanece la conciencia de ser inmensamente amados y esto nos ennoblece. Cuanto más pequeños, más verdaderos y leales.
Apóstol. En el encuentro con Jesús y su Verdad, Pablo se siente llamado a ser apóstol. Nadie le consagra o designa oficialmente, pero en lo más hondo de su ser de convertido está la fuerza del Espíritu que le pone totalmente a disposición del Señor y de su misión. El Espíritu capacita y urge a cada uno de los creyentes para ser testigos y mensajeros de Cristo.
Escogido. Pablo vive la experiencia de sentirse amado, acogido, tomado de la mano, y aprende a andar por nuevos caminos con la alforja llena de mensajes liberadores que antes hubiera sido incapaz de asumir y de comunicar. Nuestra vocación, aun siendo privilegio de amor, no es motivo de gloria vana sino obra de gracia, obra de Dios, a la que respondemos con entrega incondicional.
ORACIÓN POR LAS VOCACIONES “AMOR DE DIOS”
Padre bueno, Jesús nos dijo:
”La mies es mucha y los obreros pocos, rogad al Dueño de la mies para que envíe obreros a sus campos”. Y además afirmó: “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo concederá”.
Confiados en esta palabra de Jesús y en tu bondad, te pedimos vocaciones para la Iglesia y para la Familia “Amor de Dios”, que se entreguen a la construcción del Reino desde la civilización del amor.
Santa María, Virgen Inmaculada, protege con tu maternal intercesión a las familias y a las comunidades cristianas para que animen la vida de los niños y ayuden a los jóvenes a responder con generosidad a la llamada de Jesús, para manifestar el amor gratuito de Dios a los hombres. Amén.
«Siendo Dios el móvil de nuestras acciones, practicamos el bien sin coacción de ninguna especie… el respeto y amor de Dios es el fin de nuestra obra». (J. Usera)
HERMANAS DEL AMOR DE DIOS - Casa General
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